Un estudio del año 2015 llevado a cabo por el Zoológico del Bronx y la Universidad de Edimburgo, sugiere que los gatos tienen personalidades parecidas a las de los leones africanos y cualquiera que busque por internet encontrará ingentes cantidades de fotos de estos mininos vestidos con melenas de león. Pero lo cierto es que usted jamás escuchará a un gato rugir como el rey de la selva y en el caso de la bolsa el inversor también está muy lejos de oír esos rugidos y se tendrá que conformarse con bufidos.
Aunque el índice se disfraza de león con el beneficio neto (se espera que en 2020 bata su récord histórico de ganancias del año 2008 al alcanzar un resultado conjunto de 53.400 millones), la verdad es que el accionista tendrá que conformarse con un beneficio por acción (bpa) de un tamaño mucho más reducido. Según datos de FactSet, el Ibex alcanzó su bpa histórico en el año 2008, con 1.231 euros. Para este año se estima que el índice se quedará un 38% por debajo -con 759 euros-. Para 2020 -cuando batirá su marca histórica por resultado neto- las estimaciones apuntan a un bpa de 862 euros, un 30% inferior a su cota más alta.