El año 2014 fue rebautizado por las compañías de distribución británicas, como Tesco, Sainsbury o WM Morrison, como un año negro para sus resultados y también para sus acciones en bolsa. Sólo Tesco presentó cuatro profits warning seguidos de julio a diciembre de ese ejercicio. La crisis se extendió a Bélgica donde Colruyt y Delhaize -fusionada con Ahold desde 2016 y primera compañía hoy del sector en Europa- también se vieron abocadas a presentar sendas rebajas de estimaciones. El origen de los problemas fue, entonces, la caída de ventas que desató una competencia intensa en Gran Bretaña y esto en distribución se traduce en invertir en rebajas de precios, lo que perjudica directamente sus márgenes. En el horizonte, aunque por entonces no era tan evidente, estaba el efecto disruptivo de Amazon | | Consulte aquí la cartera modelo de 'elMonitor' al completo.