Las caídas en Wall Street por el temor a un próximo final del ciclo de crecimiento y la renovada tensión en la deuda italiana han ahondado en las últimas semanas las pérdidas del Ibex en el año, que se elevan ya hasta casi un 12%. Aunque por técnico la renta variable todavía no invita a tomar posiciones y los principales indicadores se están jugando sus soportes -ver páginas 2 y 3 de Ecobolsa-, los retrocesos añaden atractivo al selectivo nacional, que se ha abaratado frente al resto de bolsas del Viejo Continente por su multiplicador de beneficios.
La profunda caída que ha protagonizado el índice español desde enero -cuando cotizaba por encima de los 10.600 enteros- se ha traducido en un progresivo abaratamiento por PER (numero de veces que el beneficio está recogido en el precio) hasta las 11,2 veces, frente a los múltiplos a los que lo hacía a cierre de 2017 - en las 13,2 veces-, y las estimaciones de ganancias apenas se han resentido. Y, en consecuencia, frente a su media histórica, arroja un descuento del 15%, en línea con el EuroStoxx 50 -12,3 veces- y ligeramente por encima del Dax, que presenta una rebaja del 14% -en las 11,7 veces-, según los datos de FactSet. La menor rebaja la ofrece el Cac -un 3,5%-, en las 13 veces. Al otro lado de Atlántico, las pérdidas de los principales indicadores americanos también han normalizado esta ratio. Mientras que el S&P 500 y el Dow Jones aún cotizan con una prima del 2,8 y el 8%, respectivamente, el Nasdaq 100 lo hace con un descuento del 4% frente a lo que se ha pagado históricamente por ellos.