La bolsa europea hizo ayer los deberes y tras nueve sesiones consecutivas al alza consiguió batir la resistencia que el EuroStoxx 50 presentaba en los 3.400 puntos: la cota psicológica que debe mantener a cierre semanal para alejar los riesgos de que en una próxima recaída se marquen nuevos mínimos del año. Una situación que sigue lejos de la euforia que reina en Wall Street, donde a cierre de mercado en el Viejo Continente el S&P 500 y el Dow Jones alcanzaban nuevos máximos históricos.
El Ibex 35 también se aplicó en este sentido y tras anotarse un 1% superó el examen que tenía con los 9.500 enteros. De esta forma, se anota una subida del 4,5% en esta racha alcista y se aleja de los mínimos del año que alcanzó en los 9.171 puntos el 7 de septiembre. Las subidas del selectivo español estuvieron en línea con el resto de plazas europeas que, apoyadas en el rebote de la banca cerraron en positivo. El principal índice europeo y el Cac francés sumaron algo más de un 1%, seguidos del Dax, que se anotó un 0,8%. Por su parte, el Ftse 100 y el Mib italiano repuntaron en torno a un 0,5%, respectivamente.