Desde que a mitad de febrero tocó su nivel más bajo del año, el precio del petróleo se ha revalorizado más de un 25%, convirtiéndose así en una de las materias primas más alcistas del ejercicio.
Un movimiento que ha acarreado consigo numerosas consecuencias, entre las que los analistas han destacado el mayor coste para las empresas que utilizan a esta materia prima como combustible.