Líder del sector en el segmento vacacional, pionero en Latinoamérica y en busca de nuevos mercados en Asia, Meliá, el grupo hotelero que dirige Gabriel Escarrer, seduce a los analistas con unas sólidas expectativas de crecimiento, edificadas sobre una estrategia de internacionalización y de gestión que le ha permitido sobreponerse a contratiempos como los huracanes que golpearon a algunas de sus plazas claves en el Caribe el año pasado, como los ataques terroristas que redujeron el negocio en las capitales europeas o como la fortaleza del dólar, a pesar de que más del 50% de su cifra negocio se genera en la divisa estadounidense.
Más allá del momento expansivo del ciclo que apoya su crecimiento -se espera que su beneficio bruto de explotación (ebitda) se incremente un 25% en los próximos tres años-, los expertos valoran su incursión en los paradisíacos destinos del Sudeste Asiático y, sobre todo, el giro de su modelo de negocio en los últimos años hacia la gestión de los hoteles que operan bajo su marca, evitando la propiedad o el arrendamiento de los inmuebles, lo que le permite mejorar los márgenes.