El Stoxx 600 firmó el pasado viernes su séptima semana al alza consecutiva, algo que no ocurría desde 2015, escenificando el contundente rebote que las bolsas europeas en conjunto protagonizan desde mínimos del año.
Una escalada que ya es del 9% para el EuroStoxx 50 y del 10% en el caso del Dax 30 alemán, y que se ha apoyado en la renovada fortaleza del dólar y en la reacción de Wall Street, a pesar del complejo escenario geopolítico, de la subida del petróleo y de la incertidumbre que, de nuevo, surge en Italia, donde el Movimiento Cinco Estrellas y la Liga han anunciado un acuerdo para impulsar un Gobierno incómodo para el mercado.