Desde que el euro registró sus máximos anuales de 1,25 dólares a finales de enero en su cruce con el billete estadounidense, el cambio entre ambas divisas se ha visto reducido en torno a un 3,2%, hasta la zona de los 1,209 dólares actuales. A pesar de que las empresas con mayor exposición de su negocio a Estados Unidos se ven todavía lastradas por la fortaleza del euro, lo cierto es que la moneda común en 19 países de la Unión Europea ha perdido en las últimas semanas parte de su musculatura.
"El riesgo de ver una caída hacia los 1,20 dólares por euro ha aumentado mucho tras perderse soportes clave de 1,22 y 1,2150 dólares por euro", subraya Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader. Tras la reunión del BCE de la semana pasada, el euro se depreció en torno a un 0,4% después de que Mario Draghi anunciase que no se había establecido una hoja de ruta sobre los futuros cambios de política monetaria y que mantendría el compromiso de la compra de bonos al menos hasta septiembre, o hasta que la inflación se pueda situar en el objetivo del 2%, según informan desde Afex, empresa de servicios financieros en el mercado de divisas.
Asimismo, el fortalecimiento del dólar se debe "al aumento del rendimiento de los bonos de Estados Unidos y a las previsiones de una posible aceleración en el ritmo de subidas de tipos de la Fed", señalan desde Afex, tras la publicación de unos últimos datos macroeconómicos positivos sobre desempleo, peticiones de bienes duraderos y la balanza comercial.
Sin embargo, en general la debilidad del dólar es un hecho que sorprende a algunos analistas, como Lukas Daalder, director de inversión de Robeco Investment Solutions. "En teoría, la extraña mezcla de políticas macroeconómicas que ha adoptado Trump desde que asumió la presidencia debería haber hecho que el dólar se disparara: la combinación de profundas rebajas de impuestos, endurecimiento de la política monetaria por parte del banco central y restricciones comerciales", destaca el analista.
Para Daalder, el "enorme y duradero déficit comercial estructural de EE.UU" hace que se gasten más dólares fuera de los que se ganan dentro del país, y cuyo efecto natural es un debilitamiento de la divisa a lo largo del tiempo. Además, considera que a principios de 2017, el dólar era la más sobrevalorada de las grandes divisas, "de modo que podría tratarse sencillamente de una corrección".
Esta coyuntura monetaria pasa factura en las empresas europeas con mayor exposición de sus ventas al país norteamericano. En especial, son cuatro las compañías de elMonitor, la herramienta de inversión internacional de elEconomista, más afectadas por la reciente fortaleza del dólar: ACS, Essilor, Fresenius y Shire.
La firma española de construcción y servicios obtuvo el 38% de sus ingresos de Estados Unidos en 2017 y cuenta con la tercera mejor recomendación de elMonitor, empatada con Samsung. Un 90,9% de los 11 analistas que la siguen muestran una recomendación positiva frente al 66,7% de 12 analistas que lo hacía a finales de diciembre, según cifras de FactSet. Las acciones de ACS han recuperado casi un 30% desde los mínimos anuales que registraron en marzo y ya están en niveles de junio de 2017. El consenso de mercado le otroga un potencial alcista del 11,7%, lo que podría llevar sus títulos hasta los 39 euros en los próximos doce meses.
Con el visto bueno de las autoridades de competencia de la UE, Estados Unidos y otros países a su fusión con el fabricante de gafas Luxottica, Essilor está en posición de aumentar aún más el 39% de los ingresos que provienen del país de las barras y estrellas. La firma francesa, especializada en la producción de lentes oftálmicas, tiene una recomendación de compra cercana a mantener y la mejor previsión de crecimiento de beneficios de las cuatro: ganará un 30% más entre 2017 y 2020, hasta superar los 1.000 millones de euros en 2020, según las proyecciones del consenso de analistas que la siguen. Sus acciones, ahora en la zona de los 112 euros, reciben un potencial alcista del 7% por parte del conjunto de expertos que la vigilan, quienes ven su precio objetivo en los 120 euros.
La alemana Fresenius logró el año pasado un 44% de su facturación en Estados Unidos, lo que la convierte en la segunda compañía europea de elMonitor que más porcentaje de sus ventas procede del país que preside Donald Trump. De las cuatro compañías destacadas, es la que cuenta con el mayor recorrido en bolsa. Para el consenso de mercado, sus títulos tienen un potencial del 21,3%, lo que podría elevar el precio hasta los 76,20 euros.
En plena opa de la farmacéutica japonesa Takeda, la firma de origen irlandés Shire es el valor más veterano de elMonitor desde que se incorporó hace casi dos años y medio. Desde que el mercado empezó a cotizar el rumor del interés de Takeda el pasado 28 de marzo, la farmacéutica irlandesa se ha disparado en bolsa alrededor de un 32,5%. Con un 63,6% de los ingresos procedentes de Estados Unidos, gracias a la compra de la también farmacéutica Baxalta en 2016, Shire es la firma europea de la cartera que más factura en Estados Unidos, lo que la vuelve más vulnerable al efecto divisa.