Dejamos atrás una semana de corte consolidativo en las bolsas mundiales donde se ha podido volver a constatar la debilidad de los índices europeos en comparación con Wall Street.
La prueba más fehaciente ha sido ver como en el último rebote los principales índices estadounidenses han recuperado entre 2/3 partes y un 80% de toda la última caída, mientras que en Europa solamente el CAC 40 parisino ha logrado recuperar la mitad de esa bajada y el resto no ha llegado ni siquiera a ajustar un 38,20% de la serie de Fibonacci, que es lo mínimamente exigible en un rebote para que se alejen los riesgos de ver una recaída al origen del mismo.