Esta semana se conocía que el fondo canadiense Brookfield estaría interesado en comprar la totalidad de Saeta Yield, si bien no se ha llegado a un acuerdo ni se conoce en qué cosistiría la oferta. Lo que sí parece claro, es que si finalmente se produce la venta el impacto en la valoración de ACS sería prácticamente inexistente.
La constructora constituyó Saeta en 2014 con el objetivo de agrupar sus activos de energía renovable y la sacó a bolsa en la modalidad de yieldco, la primera de Europa (se trata de una estructura de inversión más extendida en EEUU que se caracteriza porque los activos cuentan con ingresos recurrentes y predecibles).
A este respecto, el grupo que preside Florentino Pérez colocó en el mercado del 51% del capital y vendió al fondo GIP otro 24,4%, por lo que se quedó con otro 24% de la firma. Actualmente, la posición de ACS vale unos 220 millones de euros, lo que supone en torno a un 2% de su capitalización. Precisamente por ello, los expertos no creen que la venta de Saeta Yield afecte a la valoración del grupo.
"Es una noticia positiva pero de impacto bajo dado el peso limitado en el valor de ACS. Aún en el caso de primas agresivas (mayores al 30%) el impacto en valoración para ACS sería de un aumento del 0,5% en nuestro precio" explican desde Banco Sabadell. Para la entidad las dudas se generarían en la aceptación por parte de todos los accionistas, ya que Saeta Yield es estratégico tanto para ACS como para GIP.
En ese sentido, desde Bankinter recuerdan que "Saeta invierte en activos de infraestructura de energía que generan flujos de caja altamente estables y predecibles respaldados por ingresos regulados o contratados a largo plazo. Esta alta visibilidad convierte a Saeta en un objetivo muy atractivo para los fondos de infraestructura y los private equity".
Por otro lado, en diciembre se conocía que ACS y GIP se habían comprometido a ofrecer a Saeta la compraventa de toda su cartera de activos de generación de energías renovables antes de junio del año que viene por lo que "en cuanto a la compra por parte de Brookfield la beneficiada es Saeta. El acuerdo con ACS y GIP no se verá afectado y, de hecho, deben ofrecer todos sus activos antes del 2019", indica Sara Carbonell, de CMC Markets.
Si bien el impacto en la valoración de ACS sería escaso si finalmente se vende Saeta, la constructora sí podría sacar provecho sobre todo en un momento en el que puja por llevarse a Abertis, tal y como explica Ángel Pérez Llamazares, de Renta 4: "La venta permitiría generar ciertas plusvalías, ya que el registro contable está por debajo de la cotización actual, y porque le permitiría obtener unos fondos (en el entorno de los 200 millones de euros) que podría utilizar para financiar parte de la OPA sobre Abertis".
La misma opinión tiene Victoria Torre, de Self Bank, que arguye que "ACS sacaría buena partida de la venta de Saeta Yield, ya que le permitiría reducir niveles de deuda en medio del proceso de OPA sobre Abertis, aunque no son importes comparables (el valor de la participación de ACS ronda los 220 millones frente a los 18.600 millones del valor de la oferta por Abertis)".
ACS es una de las firmas más atractivas del mercado español, al menos para los expertos. Así lo demuestra el hecho de que luce una de las mejores recomendaciones del mercado español, por eso forma parte del 'Top 10 por fundamentales' y 'elMonitor'. Además, los analistas ven recorrido en ella, ya que prevén que avance un 16% durante los próximos meses, hasta los 39,17 euros en los que se sitúa su valoración.