Los primeros días de enero son, tradicionalmente, aquellos en los que más se suele pensar en los retos y objetivos de cara al nuevo ejercicio. Sin embargo, dado el cierre bajista de 2017, este año va a dar comienzo con la vista en el más corto plazo: la primera sesión de 2018.
Dado el transcurso de la última jornada del año, existe el riesgo de que el proceso correctivo que iniciaron los índices europeos a comienzos de noviembre pueda extenderse hacia los mínimos del pasado mes de agosto. Es decir, las bolsas del Viejo Continente pueden llegar a caer un 4% desde los niveles de cierre del pasado viernes.