Las negociaciones entre la Unión Europea y Reino Unido continúan su curso pero las posturas parecen todavía estar lejos de encontrarse. Sobre todo en la famosa factura que tendrán que pagar los británicos, tal y como aseguró recientemente Liam Fox, ministro de Comercio Internacional, que incluso acusó a la UE de "chantajear" a su Gobierno con este punto del pacto.
A seis meses de la fecha en la que debería concluir este primer periodo, lo que sí está claro es que habrá importantes consecuencias para la economía británica en general y para las empresas en particular, como así lo demuestran las estimaciones de los analistas, que han comenzado a rebajar las previsiones de beneficio de las firmas del footsie.