Ni el terrorismo, ni el boqueo de la deuda de Grecia, ni la bajada de rating a China por parte de Moody's, ni los poco convencionales presupuestos presentados por el Gobierno de Donald Trump en Estados Unidos impiden que las bolsas europeas rocen con la yema de los dedos las resistencias sobre las que alejarían el riesgo de asistir a una consolidación mayor en las próximas sesiones.
Estos niveles son los máximos que los índices marcaron la semana pasada. En el caso concreto del Ibex 35 se corresponden con los 11.000 puntos, de los que la referencia española parte este miércoles a menos de un 1%.