"2016 ha sido el annus horribilis de Telefónica", admite Victor Peiró, director de anális de GVC Gaesco Beka. Las causas son conocidas. "La bofetada que le dio el Brexit con O2, lo mal diseñada que estaba la salida a bolsa de Telxius, el impacto negativo de Brasil y el obstáculo que supuso la victoria de Donald Trump a la OPV que podían haber lanzado de su negocio en México", enumera el experto. Sin embargo, todas las rachas, también las malas, tienen su fin. De hecho, de cara a 2017, hay firmas de inversión que muestran un optimismo desbordante. Es el caso de Citi, que confía en que la teleco española doblará su precio en bolsa el próximo año "si todos los vientos que en 2016 han soplado en contra, lo hacen a favor durante 2017".
Si un inesperado rally alcista de última hora no lo impide, Telefónica está condenada ha cerrar su segundo año consecutivo y el sexto de la última década en negativo. Tras perder un 13,15% en 2015, este ejercicio cae cerca de un 15%. Pero la historia puede ser muy diferente el próximo año.