2016 está siendo un año difícil para el inversor alcista en bolsa. Los grandes índices europeos han sucumbido a los bajistas durante los tres primeros trimestres y ahora pierden un 8,1% desde enero, en el caso del Ibex, o un 7,2% en el del EuroStoxx 50. Sin embargo, durante los últimos meses están apareciendo señales de estabilidad que pueden ayudar a revertir las pérdidas de aquí a final de año.
A pesar de que los últimos años han demostrado que no se debe infravalorar la posibilidad de ver cisnes negros en el mercado y de que sigue habiendo riesgos importantes para las bolsas -principalmente la situación delicada de Deutsche Bank y el miedo a mayores problemas para el sector bancario europeo, por los bajos tipos, entre otros factores-, no son pocos los signos que apuntan al optimismo.