Cuatro meses han tenido que pasar para ver a los principales selectivos estadounidenses registrar pérdidas durante cuatro sesiones consecutivas, lo que no sucedía desde febrero.
El tirón bajista que experimentan los principales selectivos a ambas orillas del Atlántico no ha encontrado pausa en la jornada previa a que se reúna la Reserva Federal. Así, los indicadores estadounidenses esperan al regulador del país con su rally bajista más prolongado desde febrero al cerrar cuatro jornadas consecutivas en negativo.