La bolsa estadounidense cerró con pérdidas inferiores al 1%, en un día en el que el precio del oro negro sufrió descensos más significativos. La fortaleza del dólar fue la responsable de las caídas de las materias primas, que se contagiaron a la renta variable.
Los viejos fantasmas volvieron ayer a la bolsa, aunque en esta ocasión sin tener que llorar pérdidas importantes. Los principales índices estadounidenses acompañaron al petróleo en su descenso, y cerraron la jornada con caídas no demasiado preocupantes: el Dow Jones industrial cerró con un descenso del 0,45%, en los 17.502,59 puntos, mientras el S&P 500 cedió un 0,64%, hasta los 2.036,71 puntos. Por su parte, el Nasdaq 100 tecnológico cerró con una pérdida del 0,79%, en los 4.402,559 puntos.
Estas caídas no suponen un riesgo importante para la situación técnica de las bolsas americanas. Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader, explica que "no se perdió ningún soporte que plantee un agotamiento comprador relevante, algo que vigilamos atentamente toda vez índices como el Dow Jones Industrial y el S&P 500 han alcanzado sus respectivas directrices bajistas, que son un entorno de giro potencial a tener muy en cuenta. De momento no observamos ningún signo de agotamiento comprador que sugiera la posibilidad de asistir a una corrección y no nos sorprendería que las subidas puedan extenderse hasta las segundas directrices".
La caída de las bolsas estuvo relacionada con el descenso del petróleo. No hay que olvidar que durante los últimos meses se está produciendo una fuerte correlación entre la renta variable y el precio del oro negro. Ayer, la publicación del nivel de los inventarios en Estados Unidos llevó a los inversores a vender crudo de forma general, generando caídas destacables en el precio de barril estadounidense.
Las materias primas se han visto arrastradas por la apreciación del dólar durante la sesión, provocando el mayor descenso del petróleo americano desde hace un mes. El avance en los inventarios de crudo durante la semana pasada también contribuyó a las caídas.
El West Texas descendió en la jornada un 4,15%, hasta los 40,13 dólares por barril, siendo la materia prima más bajista de la sesión. Los inventarios de crudo subieron en 9,36 millones de barriles la semana pasada, según la Administración de Información de la Energía, mientras que las estimaciones de Bloomberg situaban este aumento en 2,53 millones.
Además, las importaciones de petróleo alcanzaron su nivel más alto desde junio de 2013, aumentando un 9% frente a la semana anterior. A su vez, la producción se redujo a su grado más bajo desde el mes de noviembre de 2014. El Brent, por su parte, llegó a caer un 3,25%, hasta situarse en los 40,72 dólares el barril.
La subida del dólar estadounidense durante la jornada del miércoles también ha provocado que el oro cayera a su nivel más bajo en casi un mes, lo que reduce la demanda del metal como un activo alternativo.
La moneda estadounidense se ha comportado como la más alcista del día, entre las que monitoriza Bloomberg, con lo que sale fortalecida por cuarto día consecutivo, extendiendo su racha y marcado su tramo más largo de ganancias en más de un mes. Esto ha hecho que en el cruce que mantiene frente al euro, el dólar estadounidense suba por cuarto día consecutivo. La divisa europea ha perdido así los 1,12 dólares, situándose en la jornada en los 1,11 dólares.
Las especulaciones de que la Reserva Federal estadounidense -Fed- pueda aumentar los tipos de interés en abril han favorecido el rally del dólar. La política monetaria de Estados Unidos está en el centro de atención después de que loas reguladores redujeran a la mitad la semana pasada su proyección para los aumentos de las tipos este año.
James Bullard, presidente de la Fed de St. Louis, se unió a un coro creciente entre los reguladores americanos que pretenden subir tipos antes de lo previsto, enfatizando que el banco central podría elevar las tasas de interés en el próximo mes de abril.