En Wall Street, después de una jornada bastante plana a la espera de la decisión de la Reserva Federal, toda la euforia se desvaneció y los índices cerraron en negativo.
En un primer momento los selectivos estadounidenses se anotaron pérdidas para posteriormente rebotar hasta alcanzar ganancias superiores al 1 por ciento. Sin embargo, los bajistas fueron tomando terreno y, tras la positiva reacción, los índices terminaron por cerrar en negativo.