Las autoridades chinas llevan casi un mes intentando calmar a los mercados financieros de desplomes como el que vivió en la madrugada del lunes. Es evidente que no han conseguido transmitir tranquilidad y confianza a los inversores, pero ¿por qué tantas dudas?
1. La segunda mayor economía del mundo. China ha cambiado mucho en las últimas décadas. En 2015 sigue siendo un país con las vulnerabilidades típicas de los emergentes, pero con un gran peso sobre la economía mundial: ya sea por su volumen de inversión en el extranjero, la demanda de materias primas, las reservas internacionales y un largo etcétera. Por este motivo, que el mercado y la economía del país estén atravesando problemas genera muchas incógnitas en todo el mundo, lo que provoca una incertidumbre entre los inversores que acaba por pasar más factura a las bolsas internacionales.