Un 12% más que en 2014. Ese es el crecimiento que han registrado los beneficios de las firmas europeas en el segundo trimestre de 2015. Unas ganancias que vienen impulsadas por la debilidad mostrada por el euro en los últimos 12 meses, así como por una política económica expansiva por parte de un Banco Central Europeo (BCE), que sigue dispuesto a mantener el ritmo de compras de su programa de estímulo monetario.
De ello dio muestra ayer Benoit Couré, miembro del Consejo de Gobierno de la entidad central, al anunciar una noticia que cambió el signo de todo el mercado: el BCE adelantará a mayo y junio las compras de deuda del verano para conseguir mantener el objetivo de 60.000 millones de euros inyectados de media cada mes.