Las materias primas siguen inmersas en una fuerte crisis que está hundiendo el precio de sus cotizaciones. El cobre es el último recurso en hacer saltar las alarmas. Tras caer ayer por debajo de los 6.000 dólares por tonelada, hoy sufre el mayor desplome en una sesión desde 2011 y regresa a los mínimos de 2009, la zona de los 5.500 dólares por tonelada.
Detrás de este hundimiento está la rebaja de las perspectivas del crecimiento económico mundial presentadas por el Banco Mundial. Una revisión a la baja que reitera la incertidumbre sobre China. La desaceleración del crecimiento en el gigante asiático significa poner en cuestión al país que demanda la cuarta parte de los metales producidos en todo el mundo.