Nueva semana de ganancias que lleva a las principales bolsas europeas a atacar la zona de altos del ejercicio donde, meses atrás, se desarrolló la última fase bajista relevante.
El alcance de este entorno resistivo no ha provocado, de momento, dudas entre los alcistas, que siguen encontrándose cómodos pese a la sobrecompra derivada de la verticalidad de los últimos ascensos.
Los osos parece que siguen de vacaciones y por el momento no observamos nada que sugiera que pueda formarse un giro bajista, sin perjuicio de que sigamos entendiendo que la elevada sobrecompra es un lastre que en cualquier momento podría provocar que, cuando menos, se desarrolle un proceso consolidativo o correctivo de cierta magnitud.
No solamente no percibimos signos de debilidad compradora sino que incluso vemos evidencias técnicas, como ha sido la brutal ruptura de la resistencia creciente en el EuroStoxx 50 total return, que sugeríamos vigilar la semana pasada, o resistencias intermedias en el DAX 30 alemán, que nos invitan a abrir largos en el índice, en busca de que las subidas sigan extendiéndose en próximas fechas. Que el Ibex con dividendos haya conseguido cerrar la semana marcando nuevos máximos del año es otro argumento que apoya este escenario y que advierte de que una eventual corrección puede ser vulnerable, máxime si esta semana el resto de índices también lo logran.
Al otro lado del Atlántico más de lo mismo ya que de forma general sus principales referencias consiguieron la semana pasada marcar nuevos máximos del año, que en muchos casos son históricos. Otro elemento que evidencia la fortaleza de un mercado norteamericano que no presentará signos de debilidad ni de deterioro en sus posibilidades alcistas mientras no se pierdan los mínimos marcados la semana pasada. Hablamos de los 3.029 en el Nasdaq 100 o los 15.400 en el Dow Jones Industrial.
En el frente de divisas lo más destacable fue ver las dudas del euro/dólar, tal y como refleja la vela doji semanal, aunque esta se forma sin que se haya alcanzado la zona de resistencia clave de los 1,3420 dólares por euro, lo que le confiere menos peligrosidad. De hecho, no nos sorprendería que tras una pequeña caída el par fuera a buscar este entorno resistivo que, como venimos insistiendo, es la línea divisoria que separa un escenario lateral de uno potencialmente alcista para las próximas semanas / meses, dependiendo de si se mantiene el cruce por debajo o lo supera respectivamente.