Los fondos especializados en este producto son una buena herramienta para ganar exposición a divisa americana y disfrutar de un momento en que las empresas los están mejorando.
Nunca han estado en los primeros puestos de rentabilidad por dividendo. Y tampoco lo están ahora pero se han convertido en los preferidos de los inversores institucionales. Hablamos de los siempre discretos dividendos americanos, cuya rentabilidad, en el caso de las compañías que cotizan en el S&P500 es inferior al 2%. Una cifra modesta pero que suficiente como para superar la rentabilidad del bono americano a 10 años. (ver gráfico)
Y parece que, a diferencia de lo que sucede en España o Europa, donde son más las empresas que optan por el recorte o por la supresión de este pago a accionistas, las americanas se han dado cuenta que en el contexto actual el dividendo se ha convertido en una de las soluciones para mantener contentos a sus accionistas. "2013 es un año dorado para los dividendos estadounidenses y, hasta la fecha, ya se han registrado incrementos de dividendos superiores a las previsiones más optimistas", afirma Hersh Cohen, director adjunto de inversiones en Legg Masson.
De momento, los cálculos de la banca de inversión que recoge Factset avalan su pronóstico. Se espera que sólo en este 2013 las compañías del S&P 500 incrementen de media sus pagos al accionista un 17%. Y aún mejor: de las 340 compañías que se espera que reparten dividendo este año, sólo en 27 se espera un recorte. Del resto la previsión es que o bien lo mantengan o en la mayor parte de los casos, lo incrementen.
¿A qué se debe este cambio de mentalidad en el mercado americano, que siempre ha optado más por destinar su caja a recomprar acciones o a realizar adquisiciones? Son varias las razones que lo explican. La primera se refiere a los impuestos. En un principio el presidente de EEUU Barack Obama quería subir al 40% los impuestos que debían pagar todos los inversores por sus dividendos pero finalmente esa subida ha sido del 10 al 15% y esto ha animado a las compañías a recurrir al dividendo como forma de satisfacer a los accionistas.
Sobre todo ahora- y he aquí la segunda razón- que la fuerte inyección de liquidez que están llevando a cabo los bancos centrales, con EEUU y ahora Japón a la cabeza, subrayan la necesidad de encontrar alternativas rentables a la ya nimia rentabilidad que ofrecen los activos de renta fija. "Los equipos directivos han cambiado de actitud en los últimos años y han aceptado los dividendos en lugar de considerarlos una señal de debilidad. Además, en este entorno de tipos de interés bajos, un rendimiento del 2% ahora, con posibilidad de crecer cada año, podría proporcionar unos ingresos sustanciales en tan solo unos años", afirma Richard Skaggs, estratega senior de renta variable de Loomis, Sayles & Company.
Pero también ha ayudado los flujos positivos que empiezan a tener los mercados de renta variable, al calor de esa búqueda de rentabilidad que ya no se encuentra en mucha renta fija. Unos flujos que están soportados en gran medida en las acciones que son capaces de generar cupones. De hecho, según los datos de BlackRock, durante el mes de abril, la inversión en productos cotizados de renta variable estuvo liderada por las acciones de mercados desarrollados (13.100 millones de dólares), las acciones que reparten dividendos (3.400 millones). Lo que demuestra que, según explica Keith Wade, estratega de Schroders, "las medidas de relajación cuantitativa anunciadas en Japón, junto con las de EE.UU, están impulsando el rally del mercado a medida que los inversores buscan acciones que se parezcan a los bonos".
Analizada la tendencia solo queda por desgranar dónde están ahora los dividendos más rentables para el pequeño inversor. Todo dependerá de lo que se quiera conseguir.
Quien busque los dividendos más atractivos desde el punto de vista de la rentabilidad, debería saber que hay 27 compañías que ofrecen rentabilidades superiores al 4%. Sin embargo, de todas ellas solo una, Altria Group (MO.NY), cuenta con una recomendación de compra, además de contra con la mayor prevision de incremento de dividendo para este año: de un 9%, y una subida en bolsa del 20% solo en lo que va de año.
Quien prefiera anticiparse y comprar acciones de empresas que no den dividendo ahora pero que sí puedan hacerlo en un futuro o que se espere que lo incrementen en los próximos años tiene dos alternativas. La primera es echar un vistazo a empresas como AIG (AIG.NY), Symantec (SYMC.NQ), Delphi (DLPH.NY), Western Digital (WDC.NQ)o ADT Corporation, que son en las que el consenso de analistas recogido por Factset ve nuevos dividendos para este año (ver gráfico). De todas ellas, la que cuenta con mejores previsiones por fundamentales es Symantec ya que no solo tiene una recomendación de compra sino que además se espera que vaya aumentando su caja en los próximos años (solo este año se espera que la aumente en 1.000 millones de euros), además de su beneficio, lo que facilita que pueda cumplir con sus inversores en lo que a dividendo se refiere.
Y la segunda es dejarse llevar por las previsiones de los gestores de los fondos de inversión que invierten en compañías con dividendos crecientes (se les identifica porque en su nombre llevan las palabras dividend growth) ya sea comprando acciones de las compañías que ocupan las mayores posiciones de su cartera- los títulos que más se repiten son Wells Fargo (WFC.NY), Johnson (JNJ.NY), IBM (IBM.NY), JPMorgan o Pfizer (PFE.NY)- o adquiriendo participaciones de productos que inviertan en dividendos americanos. A este respecto, atentos a fondos como BNP Paribas L1 Equity High Dividend USA I Cap, Old Mutual US Dividend Fund Class I o M&G Global Dividend EUR C, con cuatro, los dos primeros, y cinco estrellas Morningstar respectivamente, y con rentabilidades superiores al 15% en este 2013. Además, todos ofrecen, además de su clase en euro, otra en dólares por lo que quizá esta vez sea mejor no cubrir la divisa. No en vano la tendencia del billete verde, según los analistas de Ecotrader, es alcista por lo que el inversor puede obtener a través de esta vía una segunda fuente de rentabilidad.