Mientras los selectivos de referencia siguen acercándose a sus respectivas resistencias en Europa, la moneda única no consigue detener la 'hemorragia' vendedora frente al dólar.
Como si de dos caras de una misma moneda se tratara, la renta variable europea y el euro muestran en las últimas sesiones un comportamiento más que diferente. Mientras que la presión alcista parece estar sujetando a la renta variable continental sin ninguna corrección desde hace varias jornadas, la moneda única no consigue reponerse de los golpes que día a día le asesta el dólar y que podrían llevar al par a ceder su zona clave de medio plazo, que está fijada en los 1,275.