Las previsiones de los analistas advierten que algo está cambiando en la teleco, que comienza a ver la luz al final del túnel. Mañana tiene que confirmar estas buenas sensaciones con sus resultados trimestrales.
Fue una de las joyas de la corona españolas. Una teleco en plena expansión mundial y con uno de los dividendos más atractivos del mercado, que recibía las recomendaciones de compra más sólidas de la bolsa española.
Un valor fijo en cartera que comenzó su declive con la llegada de la crisis económica a Europa en el año 2009 y que ha perdido un casi la mitad de su valor bursátil por el camino (42.000 millones de euros). En estos años, Telefónica (TEF.MC) ha tenido que enfrentarse a un negocio con menores tasas de crecimiento (ya que el sector de las telecomunicaciones está bastante maduro en los países desarrollados) y a los problemas generados por una combinación de deuda elevada y crisis financiera.
El punto más bajo para la teleco ha podido ser el año 2012, en el que tuvo que realizar fuertes desinversiones de activos no estratégicos para conseguir reducir su deuda y alejar, aunque sea un poco, el fantasma de una rebaja del rating.
Las previsiones de los analistas invitan a tener cierto optimismo con Telefónica, ahora tendrá que ser la empresa quien confirme estas buenas sensaciones con sus resultados del primer trimestre del año, que publicará mañana antes de la apertura del mercado.
Las previsiones de beneficio que maneja el consenso de mercado que recoge FactSet para la compañía muestran un claro punto de inflexión a mediados de abril. Durante las primeras semanas del año, los analistas ajustaron a la baja sus previsiones de ganancias de Telefónica, desde los 5.380 millones de euros estimados a finales de 2012 hasta el mínimo de 4.990 millones previstos a inicios de abril.
Desde entonces, los expertos han revisado al alza sus estimaciones, que ahora apuntan otra vez por encima de los 5.000 millones de beneficio, un pequeño avance del 0,5% que es significativo: rompe con esta mejora una tendencia bajista en las previsiones de ganancias que sufría desde hace años.
Estas cifras significarán un avance de sus beneficios en el conjunto del año superior al 10% después de dos años consecutivos de desplome superior al 20%. Los analistas han respondido a esta situación mejorando la recomendación de Telefónica, que incluso llegó a recibir un consejo de venta de la media de firmas de inversión recogidas por FactSet en enero.
Desde entonces, un buen puñado de analistas han incluido a la teleco entre sus ideas de compra hasta el punto que un 40% de los expertos que cubren su negocio recomiendan adquirir sus títulos, mientras que sólo un 25% aconseja deshacerse de ellos.
Esta situación también se ha visto reflejada en el precio objetivo de la compañía. Si en febrero cayó hasta los 9,5 euros, ahora ha vuelto a recuperar los 11,3 euros, lo que significa un avance próximo al 20%.
Sin embargo, el camino de Telefónica todavía puede encontrarse con algunos baches, derivados principalmente de su deuda, que todavía supera los 50.000 millones de euros. Su ratio del créditos pendientes de pago frente al ebitda (beneficio bruto) se situó por encima de las 2,4 veces al cierre de 2012.