Las correcciones en las expectativas de beneficio son la tónica general en el Ibex. Las excepciones son estos dos valores, aunque la primera de ellas ni siquiera ha presentado resultados.
Si bien el final de la temporada de resultados ha pasado totalmente inadvertido por la hecatombe que hemos visto en los últimos días, las empresas cotizadas no pueden decir que toda la culpa del desplome sea del mercado, de los políticos, de la crisis de la deuda periférica, o del cambio de expectativas económicos que empieza a cuajarse.