Hay motivos que permiten pensar en ello, aunque lo que el mercado dice no está siendo confirmado por los analistas.
Por representatividad en los índices, por su peso en la economía, porque son un reflejo en la salud económica de un país... la banca es clave para las bolsas europeas y, por ello, vuelve a estar en el ojo del huracán en los últimos días por la crisis griega, con la posibilidad de que haya una 'quita' voluntaria y por el incremento de las primas de riesgo.
El lunes los bancos volvieron a llevarse lo peor de la jornada, pero también fueron los más alcistas el viernes. Y esto nos da qué pensar. Reflexiónelo. Curiosamente rebotaron con fuerza cuando se anunció que Francia y Alemania habían pactado un 'quita' voluntaria de acreedores. Y todo el mundo sabe que sus bancos son los más expuestos a la deuda griega y el mercado lo acogió de forma tranquila. ¿No será que la posibilidad de un impago ya está descontado en esa zona tan clave desde la que rebotaron las entidades financieras el viernes? Hay razones para defender tanto un sí como un no.
El parqué, desde luego, nos lanzó el mensaje de que esa 'quita' voluntaria de acreedores, no es mala noticia para la banca más expuesta a bonos públicos griegos. BNP Paribas, Credit Agricole, Deustche Bank y Société Générale (los bancos de nacionalidad francesa y germana que forman parte del EuroStoxx 50) subieron en todos los casos el viernes. Es verdad que el ascenso fue menor al de otras entidades financieras, como las españolas, pero el que menos se benefició fue el alemán y se anotó un 1,4%.
Al fin y al cabo la banca de la Unión Europa puede contar con un aliado en la crisis de la deuda europea que ayudaría a que esa 'quita' no generara enormes pérdidas como las que rompieron al sistema financiero en dos con la crisis de las hipotecas 'subprime' norteamericanas.
En medio de la crisis financiera se cambiaron las normas de contabilidad para que los vehículos de inversión a vencimiento no hubiera que contabilizarlos a "valor real" siempre que se mantuvieran hasta la fecha en que dejan de existir. Si esos activos se cambian por otros (la reestructuración se realiza alargando los plazos) las posibles pérdidas no serán tantas.
Por ejemplo, porque no habría que contabilizarlas a valor cero y, por tanto, verse obligado a cubrirlas con capital porque se cambiarán por otras emisiones, que, aunque en mercado estén cotizando a distintos precios (probablemente bastante peores que los que ellos pacten con Grecia) no generarán pérdidas por "valor de activos" porque estarán guardadas en la cartera "a vencimiento". Y ya veremos qué pasa más a largo plazo. Por ahora, la actitud de las autoridades de la zona euro sigue siendo seguir con la estrategia de ganar tiempo.
No se olvide que en 2013, una de las reformas que ha aprobado la Unión Europea, es crear un organismo financiero que será el que se encargue de la recapitalización de los bancos y no los estados, como sucedió cuando se aprobaron los planes de rescate. A su servicio, además, tendrá el fondo europeo (el famoso fondo de estabilidad financiera que ahora emite deuda para financiar el rescate irlandés o portugués), que estará habilitado incluso para comprar emisiones en mercado primario.
El anterior es un argumento. Pero quedan otras muchas interpretaciones, síntoma de las dudas que existe en el mercado. Y los analistas fundamentales nos lanzan mensajes distintos, que dejan abierta la puerta a interpretaciones. En el lado negativo está que cada vez son menos optimistas tanto con los beneficios, como con los dividendos, como con el valor contable (valor en libros) de la banca.
En el último mes, si se observan las revisiones que han realizado los analistas fundamentales, son a peor en las grandes entidades financieras europeas en prácticamente todos los casos. Y los datos son medios, anualizados, para 2011, 2012 y 2013. Pero hay otra cosa positiva, curiosamente, a la vez, el consejo sobre las compañías que han dado los analistas es mejor a un mes, que teniendo en cuenta los últimos cien días. Es algo que sucede tanto en Santander, como BNP Paribas, como UBS, Lloyds, BBVA y Barclays, entre los 10 valores más importantes de la banca europea. Y es en el último mes cuando la crisis griega ha vuelto a sufrir un pico.