Desde el 5 de noviembre, los principales índices norteamericanos caen cerca de un 4%. Pero muchos de sus ejecutivos pusieron sus inversiones a salvo antes de la caída. Lo malo es que siguen sin comprar.
¿Quién conoce mejor que un ejecutivo a su propia empresa? Los norteamericanos, al menos, han vuelto a acertar, ya que las ventas de títulos de las empresas en las que trabajan han sido mucho más importantes que las compras que en el último mes. Y si confía en "su instinto" este indica que, al menos a corto plazo, no esperan subidas significativas en estas acciones.