La fabricación de microchips, o semiconductores, es la actividad en la que los expertos están centrando su atención dentro del sector tecnológico europeo. Las cuatro tecnológicas más grandes en bolsa se dedican a esto y acaparan las mejores recomendaciones, según el consenso de mercado recogido por FactSet. Además, dos de ellas ofrecen el mayor potencial alcista de todas las europeas de la misma rama.
Por contra, el sector tecnológico es el segundo grupo del Stoxx 600 que más está cayendo en lo que va de 2022, con unas pérdidas del 16% en el acumulado del año. Este es uno de los motivos que ha permitido que exista esta brecha entre el precio de cotización y el precio real al que deberían cotizar, según los expertos. Las cuatro grandes fabricantes de microchips, ASML, NXP, STM e Infineon no se libran de estos desplomes. De hecho, la última, Infineon, es la octava empresa que más ha caído entre sus comparables, con unas pérdidas del 25% de su valor en 2022.
Las fabricantes de semiconductores sufrieron pérdidas los primeros meses de pandemia y se vieron afectadas por los cortes de suministros, que ocasionaron un incremento del precio de materias primas como el cobre, según han apuntado los analistas de ING. Sin embargo, se recuperaron rápidamente debido a la fuerte demanda de dispositivos electrónicos para el teletrabajo y el ocio durante el confinamiento y de tecnología avanzada para implantar el 5G.
Este incremento de la demanda les permitió aumentar su inversión en infraestructuras. Al mismo tiempo, esta desbordante demanda con una oferta incapaz de satisfacerla en su totalidad ocasionaba una gran crisis de semiconductores. Tal como se vaticinó en 2021, esta crisis permanece a día de hoy.
El comportamiento de las fabricantes de semiconductores europeas en bolsa desde el confinamiento comenzó con un descenso del 20% de su valor y finalizó septiembre con un incremento del 131%. A pesar de que la guerra de Ucrania ha causado pérdidas en el sector, su valor permanece un 77% superior al que tenía cuando estalló la crisis.
La alemana Infineon es quien tiene la mejor recomendación de compra del sector tecnológico europeo y también el mayor potencial, según los datos recogidos por FactSet, con un recorrido del 54%. Esto tiene una posible relación con las fuertes caídas del precio de sus acciones, un 16% más baratas que hace un mes. Su PER (veces que el beneficio se recoge en el precio de la acción) es 18 veces su estimación de beneficios, que se sitúan en casi de 2.200 millones de euros.
La suiza STM es la segunda con mejor potencial, con un recorrido del 43%. También es la tercera con el PER más barato, por debajo de las empresas de telecomunicaciones Ericsson y Nokia, cuyos multiplicadores son, respectivamente, 11,45 y 12,86 veces. Estas dos corporaciones también se dedican a la fabricación de semiconductores, de hecho, es la actividad que más ingresos aportó a Ericsson en el ejercicio pasado. El PER de STM es 14 veces sus beneficios netos de 2022, que son los terceros más grandes de las tecnológicas, con un valor superior a 2.600 millones euros.
Las dos empresas más valiosas en bolsa son las neerlandesas ASML y NXP. La primera, con una capitalización superior a 229.000 millones de euros, es la única cuyo valor rebasa los 50.000 millones. La segunda se queda cerca de alcanzar los 43.000 millones de euros. También son las empresas con mayores estimaciones de beneficios, ASML por valor de 6.700 millones e y NXP de 3.000 millones. El PER de esta es de los más baratos de las grandes tecnológicas europeas, en 15 veces, mientras que el de su hermana mayor es de los más caros, en 36 veces.
ASML es la tecnológica cuya capitalización bursátil más ha escalado desde el inicio de la pandemia, finalizando 2021 con un incremento del 167% respecto a su valor al inicio de la pandemia. Con la crisis de Ucrania ha perdido un 14% de este valor, que ha ido recuperando según ha ido avanzando el mes de marzo.
En la escalada le ha seguido Infineon, que finalizaba 2020 con un incremento un 15% superior al de ASML, aunque en abril de 2021 la neerlandesa comenzó a superarla. Ha sido la tecnológica que más se ha desplomado con el conflicto ucraniano, perdiendo un 24% de su valor respecto a enero.
STM y NXP crecieron menos, alcanzando picos del 75% y el 76% de incremento de su valor respectivamente. Por ello sus caídas han sido más leves, con unas pérdidas del 10% en el caso de la suiza y del 13% en el de la neerlandesa.