La farmacéutica madrileña ha sido sin duda una de las grandes ganadoras dentro de lo que ha sido esta gran crisis provocada por la pandemia. Pese a que su negocio tradicional se ha resentido por la caída de los tratamientos y prescripciones de otras patologías, ha encontrado en la fabricación a terceros (esencialmente el llenado y completado de las vacunas contra el Covid-19 de Moderna) un acicate importante para sus resultados.
Hasta ahora, Rovi había evitado introducir en sus guías el impacto que el acuerdo con Moderna iba a tener en sus resultados y eran los analistas los que tenían que medir cómo de provechoso iba a ser el trato para la compañía española. A largo plazo, Rovi se mantiene en la guía que dio en 2019, en la que apuntaba a doblar sus ingresos y multiplicar por 2,5 su ebitda entre 2018 y 2023.