Leonardo se corona como la industrial europea más barata en 2021 con un PER, número de veces que el beneficio previsto se recoge en el precio de la acción, de 4,8 veces. Solo otra multinacional del sector la supera, Porsche, pero al tratarse de un holding con muchas ramas, con un gran peso de su parte financiera, se la pueda encajar en diferentes sectores. De hecho, este honor también lo sigue teniendo este año en el que el coronavirus ha encarecido a la mayor parte de los valores europeos, con respecto al PER que tenían en 2019 al bajar las estimaciones de beneficio. Además, la firma que forma parte de la cartera de elMonitor, la herramienta de inversión de valores internacionales de elEconomista, logra estabilidad en las recomendaciones que recibe de los bancos de inversión
Diecisiete son los analistas, recogidos por la herramienta FactSet, que monitorizan el comportamiento de la transalpina y ninguno de ellos le otorga un consejo de vender. De hecho, el 82% de ellos anima a comprar sus títulos, a los que el consenso de mercado les concede un potencial alcista para dentro de doce meses del 90%.
George Ferguson, experto en industria aeroespacial para Bloomberg Intelligence, opina que "Leonardo se tiene que centrar en reestructurar sus costes básicos para mantener su generación de liquidez y su portfolio, algo que el sector de defensa le puede ayudar a conseguir". "Esta rama se mantendrá estable con la implementación de condiciones seguras de trabajo por la pandemia, sobre todo tras haber absorbido los costes iniciales por los efectos nocivos del Covid-19", sentencia Ferguson. De hecho, en un informe previo el experto alababa el buen comportamiento de este nicho de mercado, que "se mantendrá fuerte gracias a los contratos de la marina y del ejército de Estados Unidos".
La multinacional, no obstante, se resentirá durante un tiempo del golpe por el coronavirus. Los analistas de JP Morgan, que se sitúan en el consejo de mantener, señalan que la pandemia tendrá un impacto negativo en las cuentas de la transalpina durante varios años. También muestran preocupación por su forma de hacer negocios mucho "menos conservadora que el resto de sus competidoras". Asimismo, avisan de que "la economía italiana ha sido duramente golpeada por la pandemia y puede que afecte a su inversión en la rama de defensa en los próximos años". El punto más positivo para los expertos norteamericanos es el comportamiento de su deuda neta, que ha pasado de ser de 4.000 millones de euros en 2014 a que ahora sea de 2.800 millones de euros. También se hacen eco del buen comportamiento de sus ventas en la rama de defensa, coincidiendo con las observaciones sostenidas por Ferguson.
El aspecto más negativo de Leonardo proviene de cómo ha evolucionado en bolsa. Al igual que el resto de firmas europeas, sufrió el crash del mercado del pasado mes de marzo que le llevó a pérdidas superiores al 60%. Y, a pesar de los pequeños rebotes en los meses de mayo y de junio, no ha sido capaz de encontrar el camino hacia la recuperación y sigue registrando nuevos mínimos en su cotización sobre el parqué de Milán.
Además, se ha visto muy afectada por las nuevas noticias sobre la imputación por fraude de su consejero delegado, Alessandro Profumo, en un puesto anterior, lo que ha motivado que el partido Movimiento Cinco Estrellas haya pedido su dimisión. La noticia ha tenido irremediablemente su impacto en bolsa. La semana pasada llegó a desplomarse un 10%, aunque solo el viernes se dejó un 2%.
Por otro lado, aunque no inmune, Leonardo ha sido capaz de aguantar el golpe del coronavirus en sus previsiones de beneficio neto para este año. Los primeros pronósticos sobre las ganancias netas para 2020 de Leonardo han caído en un 45%, con respecto a las estimaciones actuales. De modo que se espera que cierre el año con más de 380 millones de euros, según los datos recogidos por la herramienta Factset. Se trataría de un enorme deterioro en condiciones normales, pero hay que tener en cuenta que la pandemia ha llevado a que muchas multinacionales registren en este ejercicio pérdidas milmillonarias.
La transalpina comenzará su camino hacia la recuperación en 2021, año en el que se espera un beneficio neto próximo a los 600 millones de euros, mientras que en 2022 sobrepasará la barrera psicológica de los 700 millones de euros. Sin embargo, para volver a tener un resultado superior al de 2019, 721 millones de euros en ganancias netas, tendrá que esperar hasta 2023. Los primeros augurios para ese año apuntan a que la firma italiana se acercará a los 900 millones de euros, una estimación que de cumplirse le llevaría a su mejor resultado desde 2006.
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