Hace unos meses, el tema que acaparaba la atención de todos era el cambio climático y el campo de las energías renovables. Las decisiones que se tomaban en la Cumbre del Clima eran de vital importancia para muchos gobiernos. Además, la búsqueda de la descarbonización para 2050 en la Unión Europa era cada vez más imperioso. Sin embargo, la llegada del Covid-19 ha obligado a dar un volantazo y cambiar drásticamente las prioridades de los Estados.
Con todo, los expertos ven favorablemente que se sigan apostando por las energías verdes en algunos casos. Alvaro Navarro, analista de Mirabaud Securities, pone en manifiesto la enorme resiliencia que tiene todo el sector de las utilities a corto plazo. También señala que "una salida verde como la que proponen las empresas y la industria financiera devolvería la confianza en los planes de crecimiento y no elevaría el riesgo regulatorio".
Esta afirmación también la comparten los analistas de Barclays que "ven el apoyo por parte del Gobierno a estas iniciativas como algo positivo para compañías como Acciona y Endesa, que han invertido mucho en este ámbito". Asimismo, también aclaran que "el sector se están beneficiando de la no intervención del sector por parte del Ejecutivo (un fantasma que rondaba a principios de la pandemia), ya que dependen mucho más que otras eléctricas del mercado español".
Estos vientos tan favorables para ambas compañías también se pueden observar en las previsiones de beneficio neto. Los pronósticos para este año para el grupo de Ponferrada no se han deteriorado, si no que han aumentado a medida que la pandemia mermaba las estimaciones de las mayorías compañía europeas. En total, han mejorado más de un 7%, con respecto a lo esperado a comienzos de enero y, actualmente, se presagia que superará los 1.700 millones de euros. Los expertos de J.P. Morgan han destacado "sus buenos resultados en el primer trimestre de 2020 y que el impacto del Covid-19 en el la multinacional ha sido muy limitado".
Por su lado, Acciona sí que ha sufrido un poco más debido a los efectos nocivos del coronavirus. Las previsiones de beneficio neto para este año han disminuido un 6%, si se comparan con las hechas a principios de 2020 y se espera que cerrará el año con 257 millones de euros. Sin embargo, este deterioro es muy pequeño si se equipará con el de otros grupos, ya que no son pocas las empresas que tendrán perdidas. Desde Barclays, alaban el comportamiento de la empresa afirmando que "ha sido una de las compañías más rápidas en actuar ante la pandemia".
Las garras de la enfermedad han demostrado ser más alargadas de lo esperado inicialmente y ya empiezan a arañar las previsiones de beneficio neto de los años venideros. Sin embargo, ambas multinacionales resisten todos estos latigazos e, incluso, llegan a mejorar sus pronósticos. Este es el caso de la de Alcobendas que ha visto como sus vaticinios de ganancias netas para 2021 han mejorado un 7,6%, si se comparan con lo esperado a principios de enero y sobrepasará los 300 millones de euros. Por su lado, Endesa solo ha sufrido un ínfimo deterioro del 1,3% y rozará, de nuevo, los 1.700 millones de euros.
En el mercado de valores, ambas compañías se han subido a la ola de rebotes que surca las bolsas europeas. El grupo de Enel ha recuperado más de la mitad de lo perdido y actualmente se aleja un 15% de las posiciones que sostenía el 19 de febrero (día en que la crisis comenzó a agravarse en el Viejo Continente). En el caso de Acciona ha tenido mayores dificultades para recobrar el valor perdido por el Covi-Crash. En consecuencia, su cotización bursátil sigue valiendo un 20% menos que a finales de febrero.
En donde los aires no son tan afines para las dos multinacionales es en las recomendaciones que les otorgan los analistas, aunque esta es una situación que arrastran de antes llegada de la pandemia. De hecho, la aparición del Covid-19 han hecho que los expertos reconsideren sus opiniones sobre ambos grupos.
Un ejemplo claro es el de Endesa, que a principios de año el consenso de mercado recomendaba vender y ahora aconseja mantener sus títulos. Las del grupo de Alcobendas también ha mejorado, aunque por ahora se sigue animando a salir de su accionariado. Desde J.P. Morgan apoyan estos pensamientos debido "a la potencial presión de las decisiones políticas sobre el sector y a la potencial bajada de precios en el sector por la recesión".