Roubini carga ahora contra el 'carry trade' por los tipos bajos

Ainhoa Giménez, Bolságora
5/11/2009 - 0:08
Nouriel Roubini, profesor de la Escuela de Negocios Stern de Nueva York y presidente de RGE Monitor.

Nouriel Roubini, el profeta de la actual crisis, vuelve a la carga. Ahora, el objeto de sus invectivas es "la madre de todos los carry trades" que, a su juicio, amenaza con provocar una explosión global. Jim Rogers, sobre el oro y los mercados emergentes: "¿Qué burbuja?"

El carry trade consiste en tomar prestado dinero en divisas con tipos muy bajos -históricamente el yen y ahora el dólar- para invertirlo en activos con mayor rentabilidad, que van desde la deuda pública a las materias primas pasando por la bolsa, con lo que se gana la diferencia entre esa rentabilidad y el tipo al que se ha tomado prestado el dinero.

Roubini alerta a los miles de inversores que se han embarcado en esta práctica de que se les puede dar la vuelta si el dólar empieza a subir. Lo peor, a su juicio, es que la voluntad de la Fed de mantener los tipos bajos mucho tiempo -reiterada por el comunicado de ayer- y el consiguiente debilitamiento del dólar prolongarán el carry trade y provocarán que muchos inversores más lo practiquen. Por tanto, será más doloroso cuando la tortilla se dé la vuelta.

"En algún momento tiene que llegar el fin de este carry trade. Y cuando el dólar empiece a subir, no lo hará en un 2% ó 3%, sino más bien en un 20% ó 25%. Y entonces todo el mundo tendrá que cerrar sus posiciones bajistas en el dólar y tendrá que vender sus posiciones en todos los activos de riesgo en el mundo, con lo que la enorme burbuja actual estallará", opina Roubini.

Antes de que eso ocurra, espera que la debilidad del dólar continúe y que eso siga inflando los precios de las bolsas y de las materias primas. "El estallido tiene que ocurrir, aunque será dentro de seis meses o un año. Mientras tanto, la burbuja va a seguir creciendo en todo el mundo, y cuanto más grande sea la burbuja, más grande será el crash". Y cuando comience, vaticina que habrá una estampida, salvo que la Fed avance agresivamente un cambio de su política monetaria.

Esta vez no es un carry trade de divisas

Aunque Roubini tiene parte de razón y muchos inversores han aprovechado los tipos cero en EEUU para practicar alegremente el carry trade, comete un error muy importante. En los últimos años, la gente se endeudaba en yenes a tipo cero para venderlos y comprar otras divisas con más rentabilidad en su deuda o activos denominados en otras divisas. Ahora la gente no se endeuda en dólares para eso, porque las materias primas están denominadas en dólares. Sí, habrá inversores que los vendan para comprar reales brasileños o rublos, o incluso euros, pero son un porcentaje muy pequeño. Y, desde luego, no los hedge funds aficionados a las materias primas.

Dicho de otro modo, esta vez no estamos en un carry trade basado en la divisa, sino en los tipos de interés. Y eso lo hace menos nocivo, porque cuando se deshaga- y Roubini tiene razón en que en algún momento se tiene que deshacer- no tiene por qué conducir a una subida explosiva del dólar por un cierre masivo de cortos; porque esos cortos no existen. Ahí está su error.

En la situación actual, la clave son los tipos de interés. El detonante del fin del carry trade no será una subida del dólar, sino de los tipos por parte de la Fed. Eso sí que puede provocar una estampida y tener las negativas consecuencias que augura Roubini.

Ahora bien, la Fed no va a subir los tipos del 0% al 5% en tres meses, sino que va a hacerlo de forma muy gradual. Es decir, va a dar tiempo más que de sobra a los inversores para que deshagan sus posiciones basadas en el carry trade de forma ordenada, sin necesidad de estampidas ni de una carrera hacia las salidas como las que predice Roubini.

En todo caso, este gurú, que se ha hecho famoso al ser de los poquísimos que anunció la magnitud de la crisis financiera que se nos venía encima hace dos años, no deja de tener razón al alertar sobre el peligro de esta práctica y sus posibles consecuencias sobre los mercados. Y si hacemos caso al consenso en que los tipos empezarán a subir a mediados de 2010, hay que tener preparada una estrategia de salida para cuando eso ocurra.