El patrón de velas que desplegó Telefónica el pasado lunes, conocido por los operadores orientales como cubierta de nube oscura, es muy similar al que formaron multitud de curvas de precios y nos advierte de que el rebote que se está imponiendo estas últimas semanas podría haber encontrado techo, cuando menos temporalmente, en los máximos marcados el lunes.
Las cesiones de ayer martes refuerzan las implicaciones de giro bajista de las pautas confirmadas el lunes por lo que existe el peligro de que el rebote que estamos viendo hoy sea vulnerable y acabe formando parte de una figura de vuelta más amplia.
En el caso de la operadora de telecomunicaciones española, al igual que sucede con muchas cotizaciones, el rebote de corto podría estar sirviendo para que se forme una pauta de giro en forma de cabeza y hombros (hch). Para que se vea confirmada esta figura de vuelta bajista la cotización debería perder los mínimos marcados ayer en los 14,85 euros. Si esto sucede todo apuntaría a que la corrección iniciada el lunes tomaría cuerpo y podría profundizar en próximas fechas.
Operativamente, que haya una profundización en las caídas no es algo que tiene porque ser negativo, ya que podría ofrecernos atractivas ventanas de trading que a día de hoy, fruto de la verticalidad de los últimos ascensos, impiden en la mayoría de casos que las ecuaciones rentabilidad riesgo sean interesantes.