La semana pasada ya advertíamos de la importancia del mantenimiento del soporte que BBVA y Santander presentaban a la altura de los 5,50 euros. Su cesión no solamente cancela cualquier atisbo de reestructuración alcista sino que reactiva la tendencia bajista que ambos bancos definen a lo largo de los últimos meses y que se vio agravada con la pérdida de soportes fundamentales de 6,60 euros.