La evolución de las materias primas nos puede ayudar a dar mayor o menor fiabilidad a eventuales movimientos en la renta variable.
Para seguirlas hay un índice que refleja a la perfección la evolución de las mismas a nivel mundial. Hablamos del S&P Goldman Sachs Commodity Index donde cotizan, entre otras, el petróleo, el brent, el gasoil, la gasolina, el gas natural, la gasolina para calefacción, el aluminio, el cobre, el oro, la plata, el trigo, el maíz, la soja, el algodón etc.
En este sentido, si fechas atrás poníamos en duda la peligrosidad de la última corrección en las bolsas, en la medida que S&P GSCI todavía se mantenía por encima de soportes clave de 640-660 puntos, ahora toca poner en cuarentena las subidas de estos últimos días toda vez que el S&P GSCI aún no ha logrado romper resistencias clave como son los 712-720 puntos.
En el gráfico adjunto mostramos la evolución del S&P GSCI y el de su ETF, más concretamente el iShares S&P GSCI Commodity-Indexed (NYSE:GSG). En ambos se puede observar como los precios todavía no han conseguido romper resistencias de 712-720 puntos en el índice o los 36,50-37,50 dólares en el ETF (GSG), cuya superación permitiría cancelar la hipótesis bajista que dibujamos en el gráfico en forma de una figura de vuelta bajista en cabeza y hombros bicéfalo (HC1C2H).
Es cierto que uno de los principales componentes de este índice, esto es, el petróleo, ha roto a corto resistencias que sugieren que las alzas pueden acabar imponiéndose pero también lo es, tal y como señalamos en la estrategia abierta hoy en el crudo, que aún no se han roto resistencias clave de 105 dólares. El debate, por tanto, se mantiene abierto y aún consideramos precipitado hablar de reordenación alcista.
Operativamente, hemos abierto largos en petróleo pero para sugerir aumentar o abrir nuevas posiciones a través del ETF (GSG) somos partidarios de esperar confirmaciones adicionales, como son la superación de las resistencias señaladas.