Es la primera vez que sucede desde marzo de 2010. La colocación de letras a 18 meses se saldó con una rentabilidad del 2,331%, lo que contrasta con el 2,83% de la subasta anterior. Asimismo, el Tesoro emitió letras a 12 meses con una rentabilidad del 2,211%, frente al 2,303% de junio.
Por primera vez desde marzo de 2010, mes en el que la crisis soberana empezaba a dar sus primeros pasos, el Tesoro español consigue abaratar los costes de su deuda a corto plazo sin sacrificar en ningún momento sus objetivos: obtuvo cerca de 6.000 millones de euros, su cota máxima de recaudación.