El precio del oro ha subido con fuerza durante el último año, demostrando así sus características tanto de elemento diversificador de carteras como de activo refugio. En fechas recientes, el precio del metal precioso en dólares ajustado por la inflación rompió un mercado bajista que se había prolongado durante 43 años.
Las razones son diversas, pero es importante empezar señalando que la mayor parte de los avances se han debido a la acción de los fondos de inversión libre y los operadores especulativos en el mercado de futuros. Los inversores con estrategias direccionales que apuestan por la subida del mercado -long-only- en fondos cotizados (ETF) no han participado del movimiento alcista y esperamos que terminen sumándose y dando un impulso adicional al conjunto del mercado del oro, tanto en lo que respecta al metal físico como a las acciones de empresas mineras.