Conseguir rentabilidades positivas en cada uno de los últimos diez años no ha sido fácil, sobre todo para aquellos gestores que además tienen entre sus objetivos limitar el riesgo de sus carteras para atender a la demanda de sus clientes más conservadores, aquellos que se asustan cada vez que ven el valor liquidativo de sus fondos en negativo. Pero hay productos que sí lo han logrado...
La última década no ha sido fácil para los inversores. Han tenido que enfrentarse a muchos fantasmas: crisis de las hipotecas subprime, quiebra de Lehman Brothers, la amenaza de ruptura de la eurozona tras estallar la crisis de deuda con los PIGS como protagonistas o la devaluación china. Fantasmas que muchas veces han impedido que los inversores, sobre todo los más conservadores y más esclavos del valor liquidativo diario durmieran a pierna suelta y que también han complicado la labor de los gestores, la de dar rentabilidades positivas con sus fondos.