Existe un momento para todo. Para adoptar decisiones de riesgo o no, y ahora no es momento de plantearse cambios. Los mercados reflexionan sobre el camino a tomar y aunque los alcistas se niegan a abandonar la bolsa, si está mirando los 'toros' desde la barrera siga ahí. Sólo se pueden realizar pequeñas incursiones, con baja exposición, en valores como Citi o Santander. Hoy el primero presenta resultados y también General Electric.
Porque, por mucho que los analistas estén tomando en las últimas sesiones las riendas del mercado, alentados por los buenos resultados empresariales (que por cierto ya empiezan a tener algunos claroscuros como sucedió ayer, por ejemplo, con Google, que se dejó alrededor de un 4% en los 'after hours' tras publicar sus números del segundo trimestre), entienda que lo que está poniendo en precio la bolsa son resultados pasados.
Las previsiones, además, que están dando las empresas se deben tomar con cierta cautela. Son positivas y eso permite pensar en un movimiento alcista a corto plazo para ajustarlas, pero reflexione que se están llevando a cabo sobre modelos macroecómicos que están manejando expectativas pasadas.
Por ejemplo, las que hemos escuchado en los últimos días ni incluyen la rebaja de previsiones de la Reserva Federal ni tampoco la fuerte caída de los indicadores adelantados norteamericanos, que se conoció ayer y que ya está apuntando que el crecimiento estadounidense se enfría y de manera significativa.
"No estamos hablando de recesión. Pero la acumulación de datos económicos más débiles de lo esperado nos lleva a pensar en un ritmo de crecimiento a final de año más próximo al 2% que al 3,5 % estimado. Una importante desaceleración que probablemente será recogida por las empresas en sus perspectivas de resultados. Como de hecho lo están recogiendo en sus perspectivas de actividad", previene José Luis Martínez, estratega de Citi.
Algo que, poco a poco, puede ir calando en la bolsa y dejar 'pillados' a los inversores que entren ahora con fuera. Es decir, que en este momento el binomio rentabilidad/riesgo con una perspectiva de medio plazo no es atractivo, ya que existe el riesgo de que el mercado ponga en precio un escenario incluso de recaída.
El mercado chino, por ejemplo, se está dejando llevar menos por la euforia de los resultados corporativos y ahí tiene el resultado. Contrariamente a lo que sucede en Europa y Estados Unidos, el CSI 300, cotiza en nivees de junio de este año, que coinciden con los mismos que lucía justo hace doce meses.
Los otros indicios de que en los mercados se juegan varias partidas son los bonos estadounidenses. Y dicen los expertos que son justo éstos los que suelen anticipar verdaderamente los movimientos. Justo ayer, por ejemplo, tras conocerse los malos indicadores adelantados, los bonos rompieron con varios sesiones de subidas de rentabilidad. Es decir, que se acentuaron las compras. Y estamos hablando de la renta fija estadounidense a largo plazo.
Por ejemplo, la rentabilidad del bono a 30 años se redujo hasta el 3,983%. Ya no está tan lejos de su mínimo, que es el 3,88% al que se llegó a comprar el pasado 30 de junio. Las compras también se produjeron en las emisiones a 10 años. En tanto que los bonos a dos años continúan en un nivel crítico.
El argumento tradicional de los alcistas a largo plazo, además, la apreciación del euro respecto al dólar, también puede estar haciendo aguas. Tradicionalmente, las subidas bursátiles se sustentan con la convivencia de un euro más fuerte. Pero eso puede cambiar. Especialmente si sube porque el dólar está débil. Y lo estará más si deja de crecer como lo está haciendo ahora.
En este contexto y, aunque se puede ver al mercado subir todavía, la recomendación es clara: "No creo que la situación se preste a decisiones importantes y seguimos mirando las resistencias de la renta variable más el cierre semanal de los bonos", apunta Alain Galibert, desde Bolságora. Eso sí, si está invertido, por la manera en que se está comportando el mercado, espere antes de reducir posiciones. Su exposición a bolsa actual, de acuerdo con Bolságora, no debe ser superior al 30% del total de la cartera.