Buscar
última Estrategia
Recomendamos comprar para cartera agresiva OHLA

Apple la fastidia por primera vez

Ainhoa Giménez, Bolságora
15/07/2010 - 1:00
  • Los problemas del iPhone 4 llegan a Wall Street.

Hasta ahora era una cosa de las páginas de tecnología, pero ahora la historia ha llegado a Wall Street y puede convertirse en la mayor amenaza para el Nasdaq a corto plazo. Y es que no deja de ser una de las mayores noticias de la historia tecnológica: Apple, el rey indiscutible de la nueva era tecnológica post-burbuja (junto a Google), la ha fastididado por primera vez. Hablamos de algo de lo que seguramente habrán oído hablar: el fallo de la antena del nuevo iPhone 4, que puede acabar en la retirada del aparato y la devolución de los ya comprados.

El iPhone 4 salió al mercado el 24 de junio y se convirtió en el mayor éxito de la compañía de la manzana, por encima incluso de su flamante iPad: 1,7 millones de unidades vendidas en sólo tres días. Aquello parecía la locura, el teléfono más cool del mercado que además incorporaba algunas mejoras de lo más atractivo como la cámara de video frontal. Pero rápidamente llegaron informaciones de que el nuevo diseño de su antena externa provocaba fallos en la recepción si se cogía con la mano izquierda.

Sí, no puede sonar más cutre el problema, absolutamente impropio de la empresa tecnológica con más glamour y que siempre ha hecho una bandera de que merecía pagar una prima por la calidad y el diseño de sus productos. Pero lo peor no es que el chisme tenga un fallo tan absurdo, lo peor ha sido la reacción de la propia Apple: primero echó la culpa del fallo a un problema de software que hacía desaparecer las barras que indican el nivel de cobertura pero aseguraba que sí había cobertura (lo cual no era cierto); y después, aconsejando meramente a los compradores no coger el teléfono con la izquierda.

Y lo que parecía una tontería se ha convertido en un problema muy serio que ha provocado una oleada de informes de analistas que estiman el coste de solucionarlo y que rebajan sus precios objetivos para el valor. La forma más sencilla y más barata de arreglarlo es regalar una funda para el iPhone, ya que entonces sí funciona perfectamente (cosas de la tecnología).

Pero este 'apaño' no satisface en absoluto a los clientes: "Es como si tienes un problema con un Rolex y te lo devuelven en una carcasa de goma. Si quiero un reloj de goma, me compro un Timex. Una empresa que vende calidad no puede arreglar los fallos dañando la estética del producto", opina gráficamente Rob Enderle, analista independiente.

Así pues, el remedio más probable es la sustitución masiva de los terminales vendidos por otros en los que se haya solventado este fallo. Una solución muy cara para Apple -Toni Sacconaghi, un conocido analista de Berstein, lo cifra en 1.500 millones de dólares- pero que puede asumir perfectamente con su balance de 42.000 millones. Y que probablemente le compensa asumir para frenar el enorme daño de imagen que está sufriendo.

Porque si el problema persiste, el riesgo es que muchos potenciales nuevos clientes de Apple no quieran arriesgarse a comprar un teléfono caro que da problemas y se decanten por otros terminales, lo cual puede tener un impacto muy notable en la capacidad de crecimiento de la empresa.

Lo que es seguro es que el cuartel general de Apple en California es un hervidero y que Steve Jobs y sus muchachos tienen que tomar una decisión rápidamente antes de que las cosas se salgan de madre definitivamente. Y también que estamos ante la demostración de que nadie es perfecto y todos somos humanos. Hasta Apple.