Tras cuatro sesiones de distensión, los inversores empiezan a diversificar sus posiciones. Venden renta fija de los países periféricos y adquieren bonos refugio. Mientras tanto, la presión sobre las español continúa disminuyendo sobre los blue chips españoles.
Tras una nueva subasta de bonos a corto plazo que se salda con noticias positivas -la demanda experimentó un repunte con respecto a la emisión anterior, aunque también se encarecieron-, las ventas en la renta fija española dominan el mercado.