En mi análisis de la semana pasada, expresé mi cautela a la hora de descartar la posibilidad de que la fase consolidativa que iniciaron los mercados tanto en Europa como en Wall Street a principios de abril pueda convertirse en una corrección más significativa. En mi opinión, la consolidación requiere un periodo más prolongado o una mayor profundidad para considerarla verdaderamente concluida.
Hasta ahora, ninguna de las principales bolsas, ya sea en Europa o en Estados Unidos, ha corregido ni siquiera hasta el nivel del 38,20% de Fibonacci del último movimiento alcista que se inició en octubre del año pasado. Además, apenas ha transcurrido un mes desde que comenzó esta fase de digestión. Es importante recordar que la última fase consolidativa que presenciamos el año pasado, que llevó al índice tecnológico Nasdaq 100 desde los 16.000 hasta los 14.000 puntos, necesitó más de tres meses para desarrollarse, desde julio hasta octubre, antes de que el mercado recuperara suficiente fuerza para desplegar otro tramo alcista.
Por lo tanto, las caídas recientes no han sido ni prolongadas ni significativas en términos de profundidad. Esta es la razón por la cual mantengo una postura prudente respecto a recomendar nuevas compras en el mercado de valores. Sin embargo, esto no significa que no existan excepciones en ciertos sectores, mercados o valores que puedan presentar oportunidades interesantes. Por ejemplo, en el corto plazo, la renta variable china está mostrando signos de reactivación, con numerosas señales alcistas en sus principales índices y valores líderes. Si están buscando oportunidades de inversión, les sugiero dirigir su atención hacia China. En cuanto al resto, les recomendaría tener un poco más de paciencia.
No obstante, no duden en que si identifico algún valor interesante, serán los primeros en conocerlo, como es el caso de Boeing.