Tras un 2023 en el que Banco Santander cerró en bolsa con optimismo (34,9%), éste sigue prolongándose durante el recién estrenado ejercicio y sus acciones suman una revalorización adicional del 2%, a la par de lo que que avanza el Ibex 35 Banks -el índice que agrupa a los bancos presentes en el principal índice español-, un 2,5%. Todo ello ha propiciado la entrada del valor de nuevo en Top 10 por Fundamentales -la herramienta de Ecotrader que recoge las mejores recomendaciones de la bolsa española- tras su salida el pasado octubre.
Su entrada se produce por la salida de otra entidad bancaria, BBVA, que, tras acumular ganancias del 46% en 2023 y ahora un alza del 2,5% en 2024, el consenso de expertos que recoge FactSet ha decidido recortar ligeramente su recomendación (aunque sigue siendo un comprar). Así, Banco Santander vuelve a ser, por consejo, el favorito del sector bancario nacional para los analistas.
Más allá de su recomendación de compra, ¿cuáles son los otros fundamentales que sustentan la inversión en el banco cántabro? El fuerte potencial de revalorización que los expertos esperan que vivan sus acciones durante este 2024 es uno de los pilares para introducir a Santander en cartera. El consenso de analistas que recoge FactSet ve a sus títulos terminando el ejercicio en los 5 euros, en los que no cotiza desde el 2018 y hasta el que sus acciones tienen un recorrido del 30%.
El equipo de análisis de Renta 4 ofrece la valoración más atractiva de aquellos que hacen cobertura del valor, estimando el precio de las acciones de Banco Santander a finales de año en los 5,67 euros, lo que le ofrece un potencial del 47%. Desde la firma de inversión española justifican esta estimación en que "el mix geográfico continuará siendo clave para los ingresos, con los mercados emergentes como motor de crecimiento (principalmente Brasil). Nuestro precio objetivo recoge la revisión al alza de los ingresos, en 2023 y 2024, margen bruto +3% y +5% frente a la previsión anterior, respectivamente. Una mejora en 2024 que responde a un entorno de tipos altos durante más tiempo a pesar de un menor ritmo de avance del crédito previsto en mercados desarrollados y provisiones estables a nivel del grupo".
Lo cierto es que, dentro del sector bancario español, Banco Santander se escapa de las estimaciones de los expertos que apuntan a que el beneficio del sector en general ha tocado techo tras la subida de tipos, tanto de la Fed como del BCE, más dura de las últimas cuatro décadas. Así, los expertos aún auguran crecimiento para las ganancias netas de Santander a las que sitúan un 3% superiores a las que prevén de 2023 -históricas, de 10.570 millones de euros, el mayor beneficio neto del Ibex 35-. Por estos beneficios se paga, además, el segundo multiplicador más barato de la banca española, de 5,7 veces -frente a las 5,3 veces de Banco Sabadell-.
A la resiliencia en su cuenta de resultados y el potencial que ofrecen sus acciones se añade como otro atractivo de inversión el dividendo de la compañía. Ya desde Renta 4 apuntan que "la generación de beneficio neto y en consecuencia de capital, podrían llevar a mejoras de la política de dividendos". En esta misma línea apuntan los expertos que esperan que el dividendo que reparta la firma con cargo a 2023 sea duplique el distribuido sobre los beneficios de 2022. Con todo, la retribución de Santander a sus accionistas alcanzaría los 0,195 euros por acción que rentan un 5,1%.
La bajada de tipos es más que incipiente y el mercado descuenta que en la eurozona pueda iniciarse a comienzos del segundo trimestre y, pese a ello, las estimaciones siguen siendo halagüeñas para los ingresos netos por intereses del banco. Si para las cuentas de 2023 ya se espera un aumento del 13% hasta los 43.523 millones de euros, la cifra será de 44.747 millones en 2024 y de más de 45.000 millones en 2025.