Las ventas vuelven a presionar de nuevo a las bolsas europeas y de forma más intensa al Ibex 35, que está sufriendo el varapalo de Grifols y de los bancos, algo que está llevando al selectivo español a poner de nuevo a prueba la solidez del soporte clave de los 10.000 enteros que, como vengo insistiendo desde hace días, es la base de la consolidación lateral de las últimas dos semanas y la línea divisoria que separa un contexto consolidativo de uno correctivo, en el que se abriría la puerta a una caída mínima hacia los 9.750 puntos.