Dos años después de la famosa intervención de Draghi en el mercado el bono ha descendido cerca de un 66%, pero todavía se puede sacar más partido según su situación técnica.
"Haré lo que sea necesario para salvar al euro, y créanme, será suficiente". Estas célebres palabras tuvieron un efecto inmediato en la renta fija europea, que comenzó a descender con fuerza en aquel momento de forma general, una bajada que continúa dos años después.
Draghi llegó en el momento adecuado. El bono español había experimentado un rally del 57% desde los mínimos del año 2012 hasta julio de ese mismo año -cuando alcanzó sus máximos desde el año 1997-, debido a la preocupación del mercado por un estancamiento económico de la Eurozona que se preveía complicado de revertir. Ahora, los más de 600 puntos en los que llegó a estar la prima de riesgo española se han reducido hasta los 140 puntos aproximadamente, lo que refleja unos costes de financiación mucho más reducidos para el país.
Esto, sin embargo, tiene otra lectura para los inversores interesados en renta fija española. ¿Es posible sacar más partido del bono español, o la rentabilidad ya ha tocado fondo? España nunca se financió tan barato (cotiza ahora en mínimos de 2,52%), pero el interés de los inversores por estos activos considerados de poco riesgo, podría continuar. No se trata de un activo refugio, pero la incertidumbre que están generando los distintos conflictos geopolíticos a lo largo de todo el mundo podría atraer dinero hacia este activo, más rentable que refugios más habituales como el bono alemán.
En este sentido no resultaría extraño encontrar un incremento en el interés de los inversores por el bono español si la renta variable no termina de convencer, teniendo en cuenta la actualidad que llega desde Ucrania, Israel o Irak. De esta forma, la situación técnica del bono español avala este análisis. Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader considera que "la rentabilidad del bono español a 10 años continúa en caída libre absoluta. Tan sólo se observarían riesgos de agotamiento de esta tendencia si se superan los máximos del 10 de julio, en el 2,825%. Este es el nivel de resistencia que no debe ser superado para poder confiar en la continuidad de los descensos".
Así, por su situación técnica el inversor todavía puede confiar en mayores caídas en la rentabilidad del bono, y por consiguiente, mayores avances en el precio de este activo.