Los inversores compraron renta fija de forma general durante la semana, llevando a los bonos españoles hasta máximos de marzo. La rentabilidad de los títulos a diez años españoles cayó hasta el 1,77%. La periferia europea acaparó las miradas del mercado.
Las compras no se limitaron al mercado de renta variable, también llegaron al de renta fija. Una semana más, la rentabilidad del bono español a una década se ha reducido del 1,83% al 1,770%, su nivel más bajo desde marzo. Se trata de una relajación que en el último mes ya deja ganancias del 3% en las carteras de los inversores.