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El bono español hace historia y eso refuerza a nuestra bolsa

Javier G. Jorrín
15:30 - 5/03/2014 | 15:32 - 5/03/14
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El bono español rompe hoy el 3,4% por primera vez en más de ocho años y refuerza el apetito inversor por España. Por técnico ya no queda ninguna zona importante hasta el 3%.

Lo que parecía un sueño a estas alturas de 2012 hoy es más que una esperanza, una auténtica realidad. La rentabilidad del bono español cae hoy por debajo del 3,4% por primera vez desde enero de 2006, niveles que no se venían desde hace más de ocho años. Ni el conflicto de Ucrania, ni la lateralidad de las bolsas: nada ha frenado el apetito inversor por la renta fija española, que se encamina en una fase bajista, ahora liberada de todo soporte técnico. "Después de que la rentabilidad del bono rompiese el importante soporte que marcaban los mínimos de 2008, ahora entra en fase de caída libre hasta la zona del 3%", explica Joan Cabrero, analista de Ágora A.F.

La entrada de inversores en los bonos españoles refleja que todavía hay demanda de España en el mercado. "Esta situación indica que cualquier corrección de la bolsa española es una oportunidad inmejorable para entrar", advierte Cabrero.

Italia también acompaña a España en este movimiento, ya que la rentabilidad de su bono también cae por debajo del 3,4% hoy. De cerrar por debajo de este nivel sería la primera vez que lo consigue desde el año 2005 y muestra la fortaleza de los títulos periféricos en el mercado de renta fija.

La 'mano' de Draghi

Muy lejos, a más del doble de rentabilidad, quedan los peores momentos de la crisis al inicio del verano de 2012, cuando la rentabilidad del título español llegó a superar el 7,7% en el intradía. Fue entonces cuando el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, tuvo que salir al rescate de los países periféricos con sus palabras mágicas: "haré todo lo que sea necesario para salvar el euro, y créanme, será suficiente".

Draghi y sus chicos volverán a ser protagonistas mañana, ya que el BCE celebra su reunión mensual de marzo. Las expectativas con las que llegan inversores y analistas son elevadas, más bien fomentadas desde la propia entidad monetaria. Las declaraciones del banquero central italiano en el último encuentro del G-20 al afirmar que esta reunión sería "crítica" han alentado las especulaciones. Si bien sólo un cuarto de los expertos esperan una rebaja de los tipos de interés, del 0,25% actual hacia la zona de 0,15/0,10%, la institución podría optar por disparar alguna de sus balas no convencionales. Una de las posibilidades que manejan los expertos es situar la facilidad de depósito en terreno negativo. Esto es, cobrar a la banca cuando deposite su exceso de liquidez a un día. También podría anunciar una nueva ronda de liquidez a la banca (LTRO) o dejar de esterilizar las compras de bonos soberanos que realizó con su programa SMP desde mediados de 2010 hasta principios de 2012.