Desde que el republicano venció en los comicios de EEUU, los metales preciosos son los más perjudicados. Por el contrario, son los industriales los que más están celebrando al nuevo inquilino de la Casa Blanca. El petróleo está más pendiente del encuentro de la OPEP mientras que las materias agrícolas miran con recelo la situación climática.
El pasado 9 de noviembre se confirmaban tres noticias: Donad Trump ganaba las elecciones, las encuestas volvían a fallar y las previsiones de los expertos pueden estar equivocadas. Se temía lo peor si el republicano acababa siendo elegido como el 45 presidente. Sin embargo, una vez confirmado este escenario contra todo pronóstico, las bolsas de EEUU atacan a sus máximos históricos, los metales industriales viven importantes subidas y los preciosos, que se iban a mover al alza, no han hecho otra cosa que caer. Desde Goldman Sachs son optimistas con los recursos y aseguran que "la reciente reaceleración en los índices PMI sugieren que los mercados de productos básicos están entrando en un ambiente cíclicamente más fuerte".