La expectativa de subida de tipos y el incremento de los inventarios han pesado sobre el peso del crudo que ha acabado con tres semanas consecutivas de ascensos y ha terminado a la baja.
El Brent europeo ha perdido más de un 2,2%, cotizando por debajo de los 50 dólares, mientras que su homólogo estadounidense, el West Texas, ha cedido cerca de un 2% para colocarse en la cota de los 47,5 dólares.